13 de octubre de 2011

Al Valle se le abre un ‘filón’ de negocios con TLC entre Colombia y EE. UU.


Desde confitería, café, pasando por confecciones, calzado, llantas, azúcar, etanol, baterías, productos químicos y frutas tropicales hasta repuestos para aeronaves, conforman la oferta del Valle del Cauca para competir en el gigantesco mercado de EE.UU.

Con el TLC, las oportunidades de negocios son aún mayores. Las empresas de la región podrán explorar con mayor énfasis renglones como los de las artes gráficas, productos farmacéuticos y de plástico, muebles de madera, hortalizas, calzado, alimentos y programas de software, que no han tenido un elevado desempeño en ese país.

En el 2010 las ventas del Valle a EE.UU. sumaron US$415 millones, y la idea es que superen los US$1.000 millones en menos de tres años al ampliarse la oferta exportable.

“Estamos frente a un mercado que favorece a la industria manufacturera regional con amplitud, pero debemos volvernos más competitivos”, recalcó María Teresa Peñaranda, presidenta de la Asociación de Directores de Comercio Exterior, Adicomex.

Por su parte Rodrigo Velasco Lloreda, gerente seccional de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, señaló que “nuestras factorías están preparadas para atender la exigente demanda estadounidense, y así lo han demostrado sin TLC en los últimos años”.

Sin embargo, ambos anotan que es urgente modernizar el puerto de Buenaventura y acometer el dragado del canal de acceso, para incrementar el movimiento de carga, que hoy está en 10 millones de toneladas al año.

Otro reto para no frenar esa ofensiva exportadora de las empresas es que se culminen pronto las obras de la doble calzada a Buenaventura, varios de cuyos tramos están atrasados en su ejecución.

“Hay que convertir a la economía del Valle en una de clase mundial a través del comercio, no sólo con EE.UU, sino con el mundo”, destacó por su parte, el gobernador Francisco José Lourido.

En su concepto, el Departamento podría atraer más inversión desde EE.UU. para que nuevas empresas lleguen al territorio vallecaucano. Y de paso se impulse el sector hortofrutícola a gran escala con destino a ese mercado.

El potencial frutícola

Sólo en el renglón frutícola podrían generarse unos 100.000 empleos de ampliarse las zonas de siembra, especialmente de uva, mango, maracuyá, melón, papaya, tomate de árbol, sandía y piña.

De hecho, ya existe un proyecto de gran visión en ese campo: la primera planta de fruta congelada por parte de la firma Olmué Colombia. Y cuyo seguro mercado será EE.UU. en los próximos años.

La procesadora —a instalarse en Palmira— tendrá una capacidad de 15.000 toneladas al año, de las cuales 5.000 se destinarán a los mercados internacionales, según dijo Enrique Villegas, gerente de la empresa. La inversión estimada es de $12.000 millones, el 50% de ella nacional y el resto chilena.

La industria editorial y de impresos tiene, asimismo, gran oportunidad de aprovechar los contratos de compras públicas que figuran en un capítulo especial. Estados como Texas, la Florida y California son clientes potenciales, y allí podrían incursionar especialmente las pequeñas y medianas industrias del sector litográfico.

Posibles amenazas

El agrícola puede ser el sector más afectado con la aprobación del TLC con Estados Unidos.

Esencialmente porque la siembra intensiva de maíz (uno de los proyectos del Ministerio de Agricultura) se frenaría hacia el futuro, en vista de que EE.UU. presenta una gigantesca oferta y producción de ese cereal.

De hecho, las importaciones de maíz ya representan casi el 40% de las compras totales que hace el Valle en dicho país. Dicho maíz se destina para la fabricación de harinas y féculas.

Otra podría ser la competencia que significaría para la agroindustria azucarera el ingreso de jarabe de maíz, del cual EE.UU. es un gran fabricante. El mismo se utiliza en las industrias de alimentos y bebidas.

Sin embargo, tal circunstancia la equilibraría el sector con las cuotas crecientes de etanol y azúcar pactadas en el TLC, y a las cuales llegó a resistirse el equipo negociador estadounidense.

El TLC también toca el bolsillo

Según funcionarios del Gobierno,entre las ventajas que brindará el acuerdo al colombiano del común se cuentan las siguientes:

Obtendrán una mayor oferta de bienes y servicios, a precios favorables y de buena calidad.

Entre los bienes se cuentan electrodomésticos y equipos industriales. Aunque la lista completa de los productos que llegarán al país no se conoce, se informó que ingresarán en especial computadores y bienes tecnológicos.

De igual manera, entrarán maquinarias remanufacturadas (reparadas o usadas). No vehículos, ni electrodomésticos usados.

Todos esos aparatos deberán tener una identificación que dirá que es remanufacturado o de segunda. También llegarán equipos modernos de computación, vídeo y de telefonía móvil. Al igual que vehículos de última generación sin aranceles.

Asimismo, el tratado facilitará la importación de bienes para la gran industria con cero arancel, lo que les permitirá a los colombianos comprar maquinaria e insumos más baratos.

Sobre el tema de la salud, el Gobierno se propone ampliar a ocho millones de personas de estratos 1 y 2 el aseguramiento en salud a través del Sisbén. El objetivo es protegerlos de un posible aumento en los precios de los medicamentos no genéricos.

Pero no todo parece positivo. Comerciantes de Cali dicen que se ignora si habrá presencia física de las oficinas de representación de los productos y bienes remanufacturados que llegarán.

Vía: El País

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