Uno reconoce que cada vez que salta en el RSS o Twitter una noticia relativa a Nokia se sobresalta. Los de Espoo luchan a brazo partido por salir de un agujero en el que fueron cayendo poco a poco. Atrás quedaron los años de reinado indiscutible. Demasiado grandes para caer y soberbia en exceso para un fabricante que ha visto sus cimientos agrietarse hasta hacer tambalear toda la colosal estructura. Symbian pasó de ser la plataforma valedora de una era hegemónica a convertirse en el incómodo invitado del que todo el mundo quiere zafarse. Una historia que, por cierto, hemos visto repetirse en excesivas ocasiones en otras marcas del mercado (léase Palm, o incluso RIM, que ahora lucha por reinventarse).
Pero los de Elop no tiran la toalla, ni mucho menos. La alianza con Microsoft no puede decirse que haya sido (al menos a corto plazo) la balsa de salvación que buscaba el fabricante, pero sí al menos un revulsivo que ha devuelto a la vida a la gigante firma finlandesa. No hay cifras, no hay datos, pero Nokia juega sus cartas en torno a dos gamas de su catálogo: los Lumia en el segmento de los smartphone avanzados, y los Asha como brindis a los mercados emergentes que siempre han dado vida (y ahora más que nunca) a la agobiada economía de la empresa. Parece claro que el esperado buque insignia, el Lumia 920, no ha sido un fenómeno de masas, o el gran salvador que la marca necesitaba para volver a subir posiciones en la tabla, pero sí ha sido un aviso a navegantes: siguen vivos y van a dar la batalla. 2013 no parece que vaya a ser un año de trámite para Nokia precisamente ¿ya sabes la que están preparando?
Fuente: Engadget
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