20 de marzo de 2011

Monopoly a la Colombiana


Si usted no sabe quién es Mr. Monopoly, puede pensar en el magnate mexicano Carlos Slim con sus US$53.500 millones o Donald Trump, ese coleccionista de bienes inmuebles a lo largo y ancho de Estados Unidos y hasta de Gran Bretaña.

Mr. Monopoly es aquel juego que sentó a abuelos y padres durante horas para cumplir su sueño de ser multimillonarios acumulando propiedades, casas y castillos. Jornadas en las que se enriquecieron o terminaron en bancarrota.

Este juego, que tuvo su auge cuando no había Tv., juguetes electrónicos ni los aparatos de entretenimiento de hoy, de verdad ha hecho muy ricos a los accionistas de la multinacional Hasbro, de Rhode Island, Estados Unidos, compañía que en 2010 reportó ingresos por todos sus productos por US$4.000 millones.


 
 



Suma a la cual aportó bastante Monopoly, ya que es su marca insignia y uno de los juegos de mesa más comerciales del mundo con 250 millones de ejemplares vendidos en 43 idiomas, en 111 países, durante 75 años de existencia. 

El juego, creado por Elizabeth Maggie en 1903, fue patentado en 1904 como The Landlord’s Game. Pero su popularidad adquirió terreno en las ciudades de Estados Unidos, dando lugar a versiones y formas sin control de su autora.

Hasta que en 1935, Charles Darrow, un vendedor de calefactores de Pensilvania que de verdad estaba quebrado por la Gran Depresión de los años 30, vio en el juego “una gran oportunidad de negocio”. Él patentó la versión Atlantic City con ciudades de Atlanta y el nombre de Monopoly, haciendo honor al objetivo de los jugadores: acaparar propiedades a cualquier precio.



 
Darrow intentó venderlo a la firma de juguetes Parker Brothers, de Massachusetts, pero ésta desaprovechó la oportunidad. Entonces Darrow comenzó a hacerlos manualmente pintando los dibujos que coloreaban a mano su esposa y su hijo William Darrow, sobre recortes de hule y cartulina. Y se vendieron todos.

Tanto que no alcanzó a suplir la demanda y debió mandar a imprimirlos en Filadelfia. Y como en cualquier partida de Monopoly, Parker Brothers tuvo que pagar una buena suma por los derechos del negocio.

El éxito de este juego es tanto que diversos países han querido hacer su versión con sus adaptaciones con los nombres de las localidades. Como El Matador danés. 

Razón por la cual Hasbro lanzó sus propias ediciones para diversos países y ahora preparan Monopoly Colombia. “Es una versión con los lugares turísticos más hermosos del país, elegidos por los mismos colombianos, un regalo con el que Hasbro quiere celebrar su llegada al país”, dice Diana Leal, gerente comercial de esta firma para Colombia.

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